Métodos de origen
Método fase proceso productivo
También denominado método de Prueba Técnica, el criterio de los procesos técnicos establece cuales serán las transformaciones que, en concreto, deben llevarse a cabo en los materiales e insumos para considerar que otorgan el origen al producto final. Así por ejemplo, las normas de origen comunes de la Unión Europea vinculan el origen de los circuitos integrados con la operación de difusión (la introducción selectiva de un dopante apropiado sobre un sustrato semiconductor). En este sentido, la norma suele ser clara y precisa, la complicación, en todo caso, proviene del carácter técnico de la transformación. Este tipo de normas suele enunciarse en sentido positivo, es decir, señalando aquello que confiere el origen; sin embargo, también se han formulado de manera negativa, señalando lo que no confiere origen. Como ejemplo de lo anterior, en el régimen jurídico comunitario el vermú no se puede obtener si se fabrica a partir de materias distintas al vino de uvas frescas. Esta última forma de redacción de la norma viola los principios establecidos en el Acuerdo sobre normas de origen.
Se utiliza frecuentemente en el sector textil y de la confección, en el que se impone, según el producto final en consideración, la utilización de una materia textil determinada no originaria, sea ésta pasta química, fibra, hilado o tejido.
Ejemplo:
Considerando que la norma de origen establecida para los productos del Capítulo 62 (prendas y complementos de vestir, excepto los de punto) sea la fabricación a partir de hilados no originarios.
Teniendo en cuenta que para la fabricación de unos pantalones de algodón (p.e 62.03.42) pueden emplearse materias tales como: Fibra de algodón (52.03); hilados (52.05); tejido (52.08); botones (96.06), cremalleras (73.02); hilo de coser (52.04).
Según la norma enunciada los pantalones confeccionados se considerarán originarios del país en que tal confección se efectúe siempre que como mínimo se utilicen hilados no originarios. Evidentemente, una fase posterior como sería emplear tejido no originario no conferirá el origen; si bien, cualquier otra fase del proceso productivo anterior al hilado, por ejemplo utilizar fibra, no contraviene la adquisición del carácter originario.
Este método es la mejor opción para abordar situaciones específicas y además permite a los productores conocer desde el principio el origen del producto final. Asimismo, al quedar definida la operación, supone un criterio objetivo y de fácil control al poderse inspeccionar las importaciones y las facturas de compra del operador.
Sin embargo, también tiene reconocidas limitaciones entre las que podemos citar:
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La necesidad de preparar y mantener actualizado un inventario del proceso de producción, lo cual puede resultar una tarea difícil y costosa que genera listas muy extensas de los procedimientos técnicos a llevar a cabo, así como los ajustes periódicos a realizar como consecuencia de los cambios derivados de la aplicación de nuevas tecnologías en los procesos productivos.
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Pueden producirse abusos por parte de los productores nacionales, desde el momento que éstos se encuentran en una posición mejor para suministrar la información relativa a los requerimientos técnicos de la operación, lo que les otorga un mayor margen para proteger sus propios intereses.
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En los casos en que una prueba técnica negativa fuera de aplicación, podría plantearse una situación difícil si la definición se diera sólo para el proceso que no confiere carácter originario sin que se mencionara qué lo conferirá.